Hay personas que destacan dentro de la sociedad por su capacidad de marcar un precedente en cualquier ámbito de interés colectivo. Tal es el caso de Jesse Livermore, quien no solo dejó un gran legado en el mundo de las finanzas e inversiones bursátiles; Este individuo también demostró hasta que se puede llegar a lo más alto de la cima con esfuerzo e inteligencia, basándose en esa imperiosa necesidad de salir adelante y dejar una huella entre quienes te rodean.
Jesse Livermore cambió las reglas del juego en este competitivo sector ¿Y eso por qué? ¡Muy sencillo! Hizo que fuesen establecidas normativas para evitar prácticas inescrupulosas, las cuales conllevarán a estafas o pérdidas millonarias. Sus memorias han sido inmortalizadas con el pasar de los años, debido a que tuvo el poder de predecir los precios de cada título de valor para realizar inversiones certeras en términos generales.
Se le podría considerar como un especulador destacable pero más que eso. Se trata del hombre excepcional que nos enseñó a que ser rico con el trading es posible, así como también la importancia de mantener una adecuada gestión de los activos. Principalmente porque el dinero no frota de los árboles, sino se obtiene a través de la inversión. Una mala jugada fue capaz de dejar a este personaje en la calle sin un centavo, pero igualmente le enseño cuán difícil es recuperarse de aquellas de debacles financieras ocasionadas por decisiones prematuras e impertinentes.
Hoy nos hemos dado a la tarea de conocer todo lo que se esconde tras este enigmático norteamericano, el cual ha engrosado las biografías en libros sobre economía y finanzas. Jesse Livermore se ha convertido en una auténtica leyendo para los aficionados a este sector y amerita darle espacios en estos medios digitales.
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¿Quién es Jesse Livermore?
Fue un corredor de bolsa estadounidense, quien se destacó por ser pionero en el comercio diario de títulos bursátiles. Aunque fue uno de los hombres más ricos del mundo, murió con un escabroso número de pasivos en su haber. Sus inversiones le hicieron acreedor de millones de dólares en cuenta bancaría y logró obtener la atención del mundo entero, debido a que se le consideraba como un “Bear Raider” del mercado a inicios del siglo XX.
Jesse Livermore nació el 2 de julio de 1877 en la ciudad de Shrewsbury, Massachusetts en el seno de una familia de unos humildes granjeros, los cuales vivían básicamente de sus actividades en el campo. Aprendió a leer a los 4 años y a las 14, su padre decidió retirarlo de la escuela para sumarlo a las tareas en la granja. Jesse se opuso renuentemente a este destino y se escapó de casa con la bendición de su madre; Un adolescente con ganas de comerse al mundo llegaba a Boston con una maleta repleta de astucia innata e ilusiones de una vida mejor, donde no existiesen las penalidades económicas y gozara el fantástico estatus de la aristocracia en aquellos años.
Su primero trabajo comenzó en la bolsa corredora de valores Paine Webber, ganando 5 US$ a la semana (Unos 20 EUR actuales). Aquí se dedicaba a llevar un registro manual en la pizarra sobre las variaciones de cada jornada, constituyéndose como algo agotador e imposible para realizar en estos tiempos.
A los 15 años comenzó a frecuentar casas de apuestas, porque entendió que podía ganar muchísimo dinero con acertar los precios en el futuro. Desde entonces, Livermore no paró de vivir experiencias y altibajos en su vida hasta el 28 de noviembre de 1840, cuando se suicidó en el Hotel The Sherry-Netherland en Manhattan a causa de desequilibrios emocionales.
¿Cuáles fueron sus movimientos en el mundo de las inversiones?
Livermore destacó por ser el creador de lo que conocemos ahora como análisis técnico. Esta metodología le sirvió como base de sus operaciones durante muchísimo tiempo e impuso un nuevo estilo en la forma de proceder dentro del mercado de valores, debido a que consideraba a la especulación como un “método” para obtener dinero rápido a través de apuestas sobre el comportamiento de los precios de acciones y materias primas.
Una muestra de ello es la prohibición de la que fue objeto en Boston a los 16 años, cuando fue vetado en los “Bucket Shops” por sus constantes victorias y las exorbitantes que llevaba a sus bolsillos. A pesar de ello, no se rindió y optó por mudarse a la costa oeste de EEUU, donde hizo uso de un sinfín de artimañas para continuar recurriendo a sus prácticas poco ortodoxas.
A los 20 ya contaba con 50.000 US$ en su haber (150.000 EUR actuales), lo cual se consideraba como una fortuna por los bajos salarios en aquella época. Con este capital, se dirigió a la ciudad de Nueva York para adentrarse en los mercados legítimos y comenzar con su carrera al punto de ser considerado como uno de los operadores más grandes en todos los tiempos.
Estuvo en la cúspide varias veces, regodeándose entre la élite de millonarios y famosos; En medio de una vida de extremo lujo y desenfreno, constituyéndose como una muestra fehaciente del éxito en aquellos años. Jesse inspiró la obra literaria de su hijo denominada como “Recuerdos de un operador de acciones”, el cuál no cumplió con las perspectivas deseadas por la puesta en marcha de la segunda guerra mundial y el poco interés de la población sobre la actividad bursátil.
Consejos y secretos de Jesse Livermore para realizar una inversión correcta.
- No permita que la especulación sea parte de sus inversiones.
- Los mercados casi nunca se equivocan, pero las opiniones casi siempre.
- Un movimiento grande requiere de tiempo y no es algo que sucede de inmediato.
- Nunca venda una acción por más alto que sea su precio.
- Controle sus emociones en todo momento e impóngase ante ellas en temas de dinero.
- El juego de la especulación es lo más fascinante del mundo.
- No se puede hacer dinero de forma consistente durante todos los días del año.